lunes, 24 de septiembre de 2007

En alguna parte

La chimenea suena con los crujidos del fuego y alumbra, amarillo y rojo.
Está la alfombre peluda azul y vino.
Arriba de la silla hamaca, péndulo entre mañana y ayer, el presente se dibuja.
En los estantes, el lomo de los libros anuncia y promete viajes conducidos por otros, hacia ellos mismos. Interiores que tienen ventanas a otros mundos.
Afuera hay plantas; suenan los grillos y algún pájaro todavía hace ruido y mueve las hojas.
Se puede espiar si hay luna entre las ramas y si está nublado.
Se ven las ventanas de los vecinos iluminadas por el interior de las casas.
Espera afuera la vereda que conduce al pasto, al sol, los árboles, el agua y los animales; todavía me acuerdo del camino.
Me lleno la memoria de cuevas antiguas y de piedras en forma de bichos. La noche y el día tienen distintos azules, el agua es transparente, el desierto calor, la pampa es verde. En la montaña se derrite el hielo y los arroyos crecen; se cae el pelo de invierno de los caballos.
Se espera la lluvia y el sol pero sobre todo a la luz que crece todos los días, que es reloj y calendario.
Me había olvidado.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Descripción de un rinoceronte hecha por Simbad el Marino


Hay en esa isla unos animales salvajes llamados rinocerontes que pastan como nuestros novillos y búfalos; pero se trata de una bestia enorme tan grande como un camello. Tiene un grueso cuerno de diez codos de largo en la mitad de la cabeza; cuando se lo parten por la mitad aparece la figura de un hombre. Puede llevar un elefante ensartado en ese cuerno. Sin darse cuenta muchas veces camina por playas y costas con él clavado hasta que el elefante muere. Cuando se derrite su grasa, cae sobre los ojos del rinoceronte y lo deja ciego. Entonces viene el pájaro Roc y se lo lleva con el animal clavado para dar de comer a su cría.


(la próxima entrada será sobre el ave Roc)